La violencia en los estadios del fútbol mexicano sigue latente y ahora fue en La Corregidora de Querétaro el escenario. Las porras de Gallos Blancos y Atlas fueron las causantes y el juego terminó suspendido.
Fuentes nos reportaron que el conflicto entre las porras comenzó desde antes del juego con las porras atacándose a las afueras del inmueble. La violencia escaló durante el juego y es que a decir de diversos periodistas locales, la rivalidad entre ambos convertía al duelo en uno de alto riesgo.
El juego ya venía avisando de esta situación y es que antes del inicio, ya con los equipos esperando el pitazo inicial, Camilo Vargas, arquero del Rojinegro, reportó qué le estaban arrojando objetos desde la tribuna por lo que tardó en arrancar el duelo.
Fue hasta el 62′ cuando todo explotó y es que comenzaron a bajar los aficionados al campo debido a que aficionados de ambos bandos comenzaron a pelear obligando a las familias a resguardarse donde pudieran.
El encuentro terminó suspendido y seguramente vendrán castigos para ambos equipos iniciando con los Gallos qué seguramente no tendrán gente en sus gradas por varios juegos. Será cosa de esperar lo que ocurra con Atlas.
Respecto al juego la comisión será la encargada de designar cuando se reanude el duelo, seguramente a puerta cerrada.
La seguridad no estuvo presente
Los protocolos de seguridad fueron rebasados y en las imágenes se puede ver que no hay policías para contener la furia de los aficionados.
La historia dice que las barras de Gallos y Atlas han tenido diversos momentos de tensión.
El Atlas estaba ganando el duelo 1-0 cuando se detuvo el cotejo debido a la pelea entre barras.